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Cómo varía la fimosis dependiendo de la edad

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La fimosis es un problema que se da en los hombres, originado por la incapacidad de descubrir la cabeza del pene o del glande, debido a la estrechez de la abertura del prepucio. Esta anomalía afecta tanto a los recién nacidos, como a los niños, los jóvenes y los adultos. Si se tiene en consideración este factor existen dos tipos de fimosis: aquella que es detectada al nacer y la adquirida o de nueva aparición en la edad adulta. Atendiendo a esta particularidad las causas, los síntomas y los tratamientos varían.

Los niños recién nacidos presentan una unión-adherencia entre el prepucio y el glande que puede mantenerse durante la edad infantil. Como explica Jesús Moreno, jefe de Servicio de Urología del Hospital Universitario Clínico San Carlos en Madrid, lo habitual es poder retraer el prepucio en estado de flacidez como de erección entre los doce y catorce años. En caso de que esto no fuera posible se hablaría de fimosis.

En los adultos esta irregularidad puede aparecer debido a una serie de factores predisponentes, “entre los que destacan la falta de higiene, la balanitis, es decir, las infecciones de la mucosa que recubre el prepucio y el glande, las enfermedades dermatológicas y los tumores”, indica Moreno. De este modo, la piel de la zona disminuye su elasticidad agravando la situación clínica del paciente. Sin embargo, este problema en adultos también se puede originar como consecuencia de una fimosis infantil que no ha sido tratada a tiempo y que, por lo tanto, ha empeorado en la edad adulta.

Síntomas parecidos

La fimosis en los niños no presenta sintomatología, “puede ser un hallazgo casual, detectado por la madre”, señala el experto. No obstante, en ocasiones, el pequeño puede padecer dolor o dificultad al orinar, debido al estrechamiento de la piel e incluso se puede llegar a crear una especie de bolsa durante la micción que acabará por desaparecer, pero que provocará que queden restos de orina y secreciones producidas por las glándulas que se hallan en la zona. “Esto ocasiona irritación local e infecciones de repetición”, advierte el urólogo.

Los síntomas que aparecen en la juventud y en la edad adulta son similares a los de los niños, pero se suma la manifestación de molestias o dolor en el pene cuando éste está en estado de erección y, en especial, cuando se mantienen relaciones sexuales. Ante esto, el experto incide en la necesidad de tratar a los pacientes para mejorar su calidad vida y que de esta forma retomen sus relaciones sexuales tras el tratamiento. Además, estos síntomas también tienen lugar si el frenillo es muy corto, lo cual puede ocasionar una importante dificultad en la retracción prepucial.

Tratamiento y prevención

El procedimiento para terminar con la fimosis, tanto en niños como adultos, es la circuncisión que, tal y como explica Moreno, consiste en recortar la piel del pene y la mucosa prepucial redundantes, dejando el glande al descubierto. Antes de la intervención hay que tener en consideración varios aspectos. En los niños puede tener lugar la existencia de un orificio de salida del glande o del meato, con una localización anómala, generando hipospadias, es decir, que el pene no se desarrolle de manera usual. Y en el adulto, pueden visualizarse tumores que previamente no se detectaban con una simple inspección. “Por este motivo, es muy importante realizar un tratamiento particularizado a cada caso”, puntualiza el urólogo.

La intervención se realiza habitualmente con anestesia local, excepto cuando los niños son muy pequeños y por lo tanto, se utilizará anestesia general. Con respecto a las técnicas quirúrgicas, éstas pueden variar. “Se puede dejar una pequeña cantidad de piel para que se recubra el glande mínimamente o realizar únicamente un corte dorsal”, ejemplifica Moreno.

En cuanto a la prevención, durante la edad infantil la fimosis puede evitarse si se separan las pegaduras o adherencias que unen la mucosa de la piel prepucial al glande. Si esto se lleva a cabo, posteriormente se prescribe una crema con corticoides y se enseña a los padres y al propio niño cómo tiene que retirar suavemente la piel prepucial y cómo realizarse una adecuada higiene.

Por otro lado, en las fimosis adquiridas, también es aconsejable recibir una apropiada educación sanitaria, que debe estar centrada en una higiene adecuada y en saber tratar las enfermedades dermatológicas e infecciones, para evitar que la piel pierda elasticidad.

Fuente: dmedicina.com