pistola urologia 1La foto vaporización con láser de la próstata es un nuevo procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo para el tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata (HBP). La HBP consiste en el desarrollo de un tumor benigno, también conocido como adenoma de próstata, que crece hacia la uretra obstruyéndola, condicionando la aparición de síntomas molestos relacionados con la micción.

Es la patología más frecuente de la glándula prostática. Se trata de un crecimiento benigno de la misma que afecta a un 40% de los varones mayores de 60 años y el 80% de los mayores de 80 años. En muchos casos dificulta la micción y produce sintomatología que altera de manera importante la calidad de vida del paciente.

¿En que consiste está técnica?
Es un láser verde que se introduce por el conducto de la orina a través de un estrecho cistoscopio y va produciendo la vaporización del tejido prostático asistido a través de un sistema de irrigación y sin que apenas se produzca sangrado, por lo que se puede operar a pacientes con enfermedades acompañantes, (enfermedades cardíacas, hipertensión, diabetes, etc.) que presentan un elevado riesgo quirúrgico con las técnicas tradicionales.

laser verdePara realizar esta pequeña intervención lo más frecuente es aplicar una anestesia regional (epidural) sobre el paciente, aunque también se puede dar el caso en el que se requiera una anestesia general o sedación.
Otra de las ventajas del Láser Verde es que a penas se requiere hospitalización, por norma general, tras la intervención, el paciente es dado de alta en pocas horas, aunque esto también va a depender de otros factores como pueden ser estados de salud muy precarios.

La mayoría de los pacientes no requieren la utilización de sonda, debido a que el tejido obstructivo se vaporiza por completo y porque no se produce inflamación. Normalmente no se experimenta dolor, sangrado en la orina u otros efectos asociados habitualmente con las otras opciones de tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata. Es conveniente no hacer esfuerzos físicos en las dos semanas posteriores a la intervención, esta es la única limitación y se puede recuperar la actividad normal al día siguiente. Lo habitual es que se pueda volver a trabajar el segundo día tras el procedimiento.