A la hora de hacer el diagnóstico de los Síntomas del Tracto Urinario Inferior (STUI) en mujeres, hay que guiarse por la clínica. No obstante, hay una serie de pruebas, estudios urodinámicos, la ecografía y la cistoscopia, que complementan el diagnóstico
Los exámenes complementarios más útiles para afianzar el diagnóstico de una mujer con STUI son los estudios urodinámicos, la ecografía y la cistoscopia. Sin embargo “es importante remarcar que el diagnóstico de los STUI es fundamentalmente clínico y que las pruebas citadas anteriormente son pruebas complementarias”.
Los estudios urodinámicos permiten conocer cómo se comporta el tracto urinario inferior durante la fase de llenado y de vaciado vesical. Son, por lo tanto, determinantes para el diagnóstico de la incontinencia urinaria, así como de las disfunciones de vaciado vesical. La ecografía, tanto vaginal como abdominal, permite reconocer alteraciones patológicas del tracto urinario y de los genitales internos que pueden provocar una sintomatología compatible con STUI. La cistoscopia es un método diagnóstico muy específico de la vejiga urinaria y es de gran utilidad para complementar el diagnóstico del síndrome de dolor vesical/cistitis intersticial, de la hematuria y de la incontinencia urinaria de urgencia.
Despejar dudas
Según el ginecólogo, dichas pruebas deben llevarse a cabo como ayuda al diagnóstico clínico de la paciente con STUI. En concreto, los estudios urodinámicos hay que realizarlos siempre que haya dudas en cuanto a la causa de la incontinencia urinaria. Son muy recomendables cuando la paciente desee tratamiento quirúrgico y cuando el tratamiento inicial para la STUI no haya sido efectivo. También son de utilidad cuando se sospeche una disfunción de vaciado.
Por su parte, la ecografía vaginal debería realizarse siempre que la paciente deba someterse a un tratamiento quirúrgico o cuando la clínica o los antecedentes hagan sospechar la presencia de patología del tracto genital femenino. La ecografía de las vías urinarias estaría indicada en las pacientes con disfunciones de vaciado, hematuria e incontinencia urinaria de urgencia, mientras que la cistoscopia estaría reservada para los casos de hematuria, dolor en la fase de llenado vesical o incontinencia urinaria de urgencia refractaria a los tratamientos médicos.
Información proporcionada
A la hora de interpretarlas, son pruebas diagnósticas que realizan médicos especialistas. “Los estudios urodinámicos en el caso de la incontinencia urinaria nos permiten conocer si la vejiga (músculo detrusor) y los esfínteres uretrales funcionan adecuadamente. De igual forma, nos informan de cómo realiza la micción la paciente (función de la musculatura abdominal asociada a la micción) y si es capaz de conseguir el adecuado vaciamiento vesical (residuo postmiccional). La cistoscopia nos permite conocer si visualmente hay lesiones a nivel del urotelio intravesical, mientras que la ecografía nos detecta patología (cálculos, dilataciones de los cálices renales…)”.
Falsos positivos
En cuanto a los falsos positivos, indica que puede haberlos sobre todo en los estudios urodinámicos. No siempre son capaces de reproducir la sintomatología que la paciente refiere. Por ello, “siempre hay que relacionar los hallazgos de los estudios con la clínica que la paciente nos refiere”.
Hay que tener en cuenta que las pruebas invasivas, como son los estudios urodinámicos y la cistoscopia, requieren de una colaboración muy importante por parte de la paciente. Por eso, deberán acudir sin temor, para lo que será básico explicarles previamente en qué consisten; relajadas, a ser posible acompañadas, y con el consentimiento informado firmado. En los estudios ecográficos la relajación será importante para reducir la duración de la ecografía. Como no son dolorosas, deben acudir sin temor.
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