La Enfermedad Renal Crónica (ERC) es el funcionamiento anormal de los riñones por más de tres meses o la alteración estructural de ellos.
El análisis se basa en datos de 188 países en 6 puntos diferentes de tiempo, todos comprendidos entre 1990 y 2013. Y justamente en ese año los investigadores estimaron que la reducción de la función renal se asoció con el 4 por ciento de las muertes en todo el mundo (o sea 2,2 millones de fallecimientos).
Más de la mitad de estas muertes estaban relacionadas con el corazón, mientras que casi 1 millón fueron causadas por insuficiencia renal, según el informe.
El doctor Fragale avaló esos datos y aseguró: “Es así, la presencia de ERC está asociada con un aumento del riesgo cardiovascular. De hecho, la muerte por causa cardiovascular aumenta 8 veces cuando el paciente tiene ERC y la Organización Mundial de la Salud estima que las enfermedades cardiovasculares son responsables del 60 por ciento de las muertes en el mundo y constituyen la principal causa de gasto en salud.
Además, las causas más importantes de esta afección (se calcula que más de 500 millones de personas en el mundo padecen alguna forma de daño renal, aunque su frecuencia está en aumento) son la hipertensión arterial y la diabetes, relación más que peligrosa si se tiene en cuenta que en este momento existen en el mundo 240 millones de diabéticos y un billón de hipertensos.
“Es una enfermedad prevalente (la padece el 17 por ciento de los individuos mayores de 20 años a nivel mundial) y frecuentemente no reconocida por el equipo de salud ni por los pacientes, ya que permanece asintomática hasta estadios avanzados”, comentó el especialista.
Sin embargo, existe evidencia de que el tratamiento precoz puede prevenir o retrasar la progresión de la ERC, reducir o prevenir sus complicaciones y reducir el riesgo asociado de enfermedad cardiovascular.
De todas maneras, la mayoría de los pacientes no son reconocidos hasta que presentan síntomas, razón por la cual es muy importante la identificación precoz de estos, mediante un simple análisis de sangre y orina, al igual que a través de la medición de la presión arterial.
“El nivel de creatinina en sangre y la pérdida de proteínas en orina (relación albumina/creatinina en orina) son los elementos que el médico nefrólogo utiliza para diagnosticar y precisar el estadio de la Enfermedad Renal Crónica”, comentó el doctor Fragale, conocido profesional del Hospital Universitario Austral.
Fuente: lanueva.com