La infiltración de plasma celular enriquecido en el pene consigue buenos resultados en el tratamiento de la disfunción eréctil y sin cirugía. Esta técnica, que ha llegado a ser en EEUU el tratamiento no quirúrgico más eficaz para casos de disfunción eréctil, se puede realizar en consulta, de manera ambulatoria, aplicando previamente al tratamiento una crema anestésica en la zona, evitando así cualquier molestia durante el tratamiento y en tan solo pocas semanas, se verán los resultados.
En declaraciones a Europa Press TV, el director de la Unidad de Cirugía Plástica y Estética del Hospital de la Luz del grupo Quirónsalud, Alessandro Oliverio, ha recordado que la disfunción eréctil afecta a más de dos millones y medio de personas en España, y su equipo, que lleva más de tres años investigando en este campo coordinado con el doctor Gabriele Antonini (Roma), ha logrado mediante ingenieros médicos desarrollar una tecnología muy alta para concentrar los factores de crecimiento presentes en el plasma.
El procedimiento consiste en la regeneración de un tejido, que se logra con la misma producción natural de células y el tratamiento consiste en la infiltración de plaquetas concentradas y enriquecidas de proteínas bioactivas que liberan factores de crecimiento para estimular la regeneración celular y acelerar la reparación de los tejidos.
«Vimos que el tratamiento con el plasma convencional, que se usa en otras áreas como la medicina deportiva o la traumatología, no funciona para tratar la disfunción eréctil, por lo que hay que utilizar una tecnología muy alta y activar seis veces más los factores de crecimiento para lograr un buen resultado».
En esta misma línea, el doctor Oliverio ha asegurado que están teniendo «resultados magníficos» ya que de cinco mil pacientes tratados, el ochenta por ciento ha mejorado. Además ha recordado que al ser un «descubrimiento natural» puede sustituir a los medicamentos habituales, lo que sería «una gran ventaja para el paciente».
El tratamiento se aplica en la zona con pequeñas infiltraciones, aplicando previamente una crema anestésica para evitar así cualquier molestia, no duele y no necesita ingreso. El paciente puede recuperar y regenerar el cuerpo carnoso del órgano y tener una vida sexual más satisfactoria y mas natural.
Los primeros resultados se comienzan a notar a partir de la segunda semana. Según explica, «notan un pene más firme durante el acto sexual y aguantan más. Además los que no pueden realizar una penetración consiguen hacerlo con normalidad». También este tratamiento permite al paciente «recuperar el calibre en la longitud que han perdido durante los años y en la esfera emocional, recupera su vida», ha señalado.
El Hospital de la Luz es pionero en este tratamiento porque, según ha explicado Oliverio, «no hay ningún otro hospital que garantice una alta tecnología» como la que ofrece este centro y ha recordado que este tratamiento se «tiene que hacer en un ámbito hospitalario con un laboratorio adecuado y no en cualquier consulta médica».
Uno de los pacientes del doctor Alessandro Oliverio, ha explicado que antes del tratamiento no podía «disfrutar de una relación sexual completa con su pareja y los medicamentos convencionales no funcionaban».
«Cuando me enteré de que el tratamiento había llegado a España no dudé en acudir al doctor y me dio mucha confianza, me resolvieron todas las dudas y en seguida empecé y gracias al tratamiento ha recuperado su vida sexual»
La disfunción eréctil puede ser una señal de alarma de enfermedades del corazón pudiendo presentarse a cualquier edad aunque es más frecuente a partir de los 40 años. El 1,7 por ciento puede afectar a jóvenes entre 20 y 39 años, llegando al 48 por ciento en hombres mayores de 70 años.
Las causas de los problemas de disfunción eréctil pueden ser motivadas por ansiedad, preocupaciones, estrés a los que están sometidos los hombres, etc., y otras enfermedades como la hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, diabetes, insuficiencia hepática y renal, depresión, aumento del colesterol y trastornos psicóticos (esquizofrenia). A veces, es un síntoma de una patología esclerótica coronaria o periférica.
Fuente: larazon.es