Se conoce como embolización de la arteria de la próstata. Reduce el tamaño de la próstata, factor desencadenante de los síntomas. Los pacientes no necesitan medicinas después de la intervención.
Después de que cumplen los 40 años, para los hombres, cada año que pasa, aumenta el riesgo de sufrir de la enfermedad conocida como hiperplasia prostática benigna (HPB) o agrandamiento de la próstata.
La HPB se presenta en el 20% de los hombres de 50 a 59 años de edad, en el 60% de los hombres de 60 a 69 años de edad y en el 70% de los hombres al llegar a los 70 años de edad, de acuerdo con cifras de The Prostate Cancer Foundation.
La enfermedad no está relacionada con el cáncer de próstata y, por sí sola, una próstata agrandada no causa síntomas, ni daños, si no fuera por el hecho de que la próstata circunda la uretra.
“Como consecuencia de la opresión de la próstata sobre la uretra se presenta una necesidad frecuente y urgente de orinar, hay disminución de la fuerza en el flujo de la orina o dificultad para iniciar el proceso, entre otros síntomas, que afectan la calidad de vida del paciente, incluso en su trabajo”, indica el doctor Shivank Bhatia, profesor asistente de radiología y de urología clínica de The Miller School of Medicine de la Universidad de Miami y director médico de VAH Vascular and Interventional Radiology.
Hasta el momento, las opciones de tratamiento para el HPB habían incluido medicamentos que relajan los músculos del esfínter urinario, llamados bloqueadores alfa, o medicamentos que reducen el volumen de la próstata, llamados inhibidores de la DHTE la hormona masculina dihidrotestosterona que provoca el crecimiento de la próstata.
En ciertas ocasiones, también se recurría a la cirugía para retirar quirúrgicamente parte de la próstata. Pero, entre las consecuencias de este procedimiento, el especialista menciona la disfunción sexual y el sangramiento, que puede empeorar la función urinaria.
La buena noticia es que existe un nuevo procedimiento, que podría reemplazar medicinas y cirugía, así como sus efectos secundarios, se encuentra en estudio clínico. Se trata de la embolización de la arteria de la próstata (PAE, en inglés) que, desde el 2014, lidera Bhatia en la Miller School of Medicine de la Universidad de Miami y en UHealth.
Con la aprobación de Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés), la Miller School of Medicine es uno de los 10 centros del país y el segundo en la Florida que participan en este estudio clínico.
El PAE es un procedimiento mínimamente invasivo, que realizan en conjunto un urólogo y un radiólogo intervencionista. Con la ayuda visual de los rayos X, desde la ingle, se dirige un catéter al sistema vascular de la próstata del paciente, donde se inyectan pequeñas partículas que bloquean temporalmente el flujo de la sangre a la glándula.
“Al detener el flujo sanguíneo, como resultado, la próstata se encoge y por consiguiente se alivian los síntomas”, explica el doctor Bhatia. Por lo general, las funciones normales se restauran paulatinamente en un lapso de 2 a 4 semanas, sin efectos secundarios.
“El cambio ha sido muy positivo gracias al procedimiento, es volver a la normalidad después de varios años en que la enfermedad fue avanzando, me hizo la vida difícil y tuve que recurrir a los medicamentos”, dice Héctor Fernández, un paciente al que el doctor Bhatia le realizó el procedimiento hace un año.
Fernández cuenta que empezó a sentir la mejoría tres días después del procedimiento y ya no usa ninguna medicina.
“Qué bueno que las personas que pasan por lo que yo pasé puedan también beneficiarse”, agrega el paciente.
El BPH afecta a un gran número de hombres, que según el médico le temen a la enfermedad y a hablar sobre el tema y esta es una solución mínimamente invasiva y sin aparentes efectos secundarios.
“Con este estudio podremos determinar si PAE puede hacer parte del plan de tratamiento para pacientes con HPB”, dijo Bathia.
El doctor Mohamed Issam Kably, profesor asistente de radiología, forma parte del equipo investigador de UM.
El procedimiento PAE se originó en Brasil, donde Bhatia y Kably se entrenaron con el doctor Francisco Carnevale, profesor y director de radiología intervencional en la Escuela de Medicina de la Universidad de Sao Paulo.
Carnevale es el investigador principal del estudio que es patrocinado por Merit Medical System, Inc.
Para someterse al procedimiento, los pacientes requieren de una aprobación especial de sus médicos. Posteriormente, se les hace un seguimiento de cinco años, que permite evaluar los efectos a largo plazo.
“Esta prueba clínica nos permite implementar una alternativa de tratamiento para aquellos pacientes que sufren de próstata agrandada con síntomas”, dijo Bhatia.
“Pero se requieren estudios más detallados para ser adoptada como una alternativa de uso regular en el manejo del BPH”, concluyó.
Fuente: elnuevoherald.com