Más de la mitad de los hombres de entre 50 y 59 años que tienen síntomas urinarios severos padecen disfunción eréctil. Sobre el 40% de hombres mayores de 40 años tienen algún grado de disfunción. En la valoración inicial de la hiperplasia benigna de próstata, el médico debe preguntar también por la función sexual de su paciente.
Más de la mitad de los hombres de entre 50 y 59 años que tienen síntomas urinarios severos padecen disfunción eréctil. Así, la medicina ha relacionado directamente la prevalencia de la disfunción eréctil con la intensidad de los problemas urinarios.
La disfunción eréctil es la incapacidad persistente para conseguir o mantener una erección suficiente que permita una relación sexual satisfactoria, y se origina cuando el pene no recibe una cantidad suficiente de sangre que le permita endurecerse y expandirse en respuesta a la excitación sexual.
El coordinador del Grupo de Trabajo de Urología de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) y médico de Familia, Francisco José Brenes Bermúdez, explica que esta correlación entre ambas patologías se debe, según las últimas hipótesis, a una disminución de la liberación de oxído nítrico, a través de la zona interna que recubre los vasos sanguíneos, que llega a los órganos del pene, la próstata y la vejiga, causando estas alteraciones por falta de oxígeno vascular.
Las últimas guías médicas están recomendando que, en la valoración inicial del varón con hiperplasia benigna de próstata, el médico de familia debe preguntar también por la función sexual de su paciente. “El 65% de los varones que acuden a la consulta del médico por síntomas del tracto urinario inferior padecen hiperplasia benigna de próstata”, apunta el doctor.
A partir de los 50, la hiperplasia benigna de próstata alcanza a un 40% de hombres. Por ello, hay que preguntarles cuándo, cómo, de qué manera y qué patologías asociadas tiene porque “si sólo nos centramos en tratar los síntomas urinarios, estamos dejando de lado otros problemas añadidos que tiene el paciente”, asegura Brenes.
El estudio que confirma que los problemas urinarios pueden ser un síntoma de disfunción eréctil se ha visto durante el 36º congreso nacional de Semergen, celebrado en Bilbao recientemente. Durante los talleres celebrados se ha querido concienciar a los profesionales de que la hiperplasia benigna de próstata es una patología que “tiene relación con la disfunción eréctil y que pueden tratar conjuntamente ambas patologías”.
La prevalencia de la hiperplasia benigna de próstata alcanza hasta un 40% en hombres a partir los cincuenta. Aproximadamente el 40% de los hombres mayores de 40 años tienen algún grado de disfunción eréctil.
Fuente:
20minutos.es